VIAJAMOS EN NOVIEMBRE A CAMERÚN, ACTIVIDADES CON NIÑOS Y FESTIVAL NGONDO

 

 Viaje Solidario: combinamos actividades

socioculturales con niños, excursiones i

asistiremos al festival NGONDO, todo un

espectáculo tribal de fama mundial.

Para todos aquellos interesados en el viaje que preparamos junto con la ONG de Zaragoza Sawa O Pagnya a Camerún , vamos a dar detalles de la expedición.

mas ngondo

festival Ngondo

El viaje será a partir del tercer domingo de Noviembre, durará unos 14 días. En este viaje realizaremos actividades socioculturales con los niños y niñas discapacitados del centro de Douala, en la costa atlántica camerunesa, un centro donde realiza sus proyectos de cooperación la ONG Sawa o Pagnya.

Mujer en el mercado de Douala.

Mujer en el mercado de Douala.

 

mujeres douala

Además durante los 14 días haremos excursiones a la Costa Douala de Camerún y lo más espectacular asistiremos al festival Ngondo, la fiesta del agua que realizan todas las tribus bantúes, cada año, a partir del tercer domingo de Noviembre. Es un festival que está reconocido internacionalmente y es una gran oportunidad para asistir al magnífico espectáculo que ofrecen las tribus.

 

Los precios. Alojamiento y comidas. para estudiantes y parados.300 euros 15 días. Trabajadores 450 euros.

 

Más el billete de avión. Desde de 500 euros.

Visado.
Documentos Necesarios para el VISADO
– Pasaportes
– Vacunas
– Carta de Invitaciones ( lo hace la asociación )
– 2 fotos 
– Fotocopías del billete de avión 
– Visado ( lo tramita la asociación)
– Seguro de viaje .
Para mas información ponte en contacto facebook VIajes Solidarios o tvtvioleta@gmail.com

Los niños del centro de Douala.

Los niños del centro de Douala.

 

 

La isla de Niodior en Senegal se abre al turismo solidario

 

 

Los manglares protegidos de Niodior

Los manglares protegidos de Niodior

 

Os dejo este artículo, con video incluído, donde descubriréis la vida, los ritos, las costumbres y tradiciones de  Niodior, una de las 19 islas del Delta de Saloum senegalés.

 

Una isla de playas tropicales y calles de arena, donde se accede en patera y por donde sólo circulan los carros con caballos.

 

Playas de cocoteros

Playas de cocoteros

Sus habitantes son Niominkas, de etnia serer originarios del sur de Egipto. Ellos trabajan duramente en la pesca y la agricultura para sacar adelante sus familias. La isla se abre ahora al turismo solidario y alternativo . A Niodior se viaja desde Dakar con taxis de siete plazas, autobús o coche alquilado a muy buen precio. Una vez en Djiffer salen dos piraguas cada día hacia la isla de Niodior. El viaje cuesta una media hora y 4 euros.

 

Viajando con patera a Niodior

Viajando con patera a Niodior

Por mi experiencia os puedo decir que es un trayecto digno de hacer. Viajas junto con los senegaleses que cada día se desplazan a la isla y desde el Océano Atlántico se puede ver el maravilloso Delta de Saloum, Reserva Mundial de la Biósfera por la UNESCO y el archipiélago con sus pequeñas islas habitables.

 

Atardecer en Niodior

Atardecer en Niodior

Una familia de Niodior, a mi me conocen en toda la isla, os acoge los días que queráis en su  casa con comidas incluídas al precio de unos 10 euros al día.

..

 

 

 

 

 

 

Los mercados marcan el pulso diario de la vida en Senegal. Son cita obligada en todo viaje a África

 

Mercado de Tambaounda

Mercado de Tambacounda

 

Mercado Tambacounda

Mercado Tambcaounda

 

Os invito a conocer el ritmo trepidante del día a día de la vida en Senegal. Durante los años que llevo viajando a este país de África occidental he tenido la satisfacción de comprobar cual es el carácter de los senegaleses, cómo viven, a qué se dedican, en definitiva como se las ingenian para buscarse la vida y sacar adelante sus familias y encima ayudar siempre al vecino. Porque eso sí, nunca un senegalés que no tenga nada, ni un franco cefa, se quedará sin comer. La solidaridad que existe en los barrios de la mayoría de ciudades y pueblos de Senegal es admirable. Todos se ayudan, todo el mundo se conoce, el saludo de cada día es sagrado, algo que en occidente hemos perdido o guardamos en el baúl de los recuerdos. Y de esta manera, nadie se queda sin comer. Si alguien no tienen para comprar comida, las familias de al lado compartirán entre sus convecinos su ración de arroz, de pescado o de couscus.

 

Si queréis descubrir la autentica vida africana hay que ir a los mercados, donde se vende de todo y se toma el pulso a la actualidad del país.  Las paradas de carne, verdura o pescado fresco se entremezclan con los puestos de ropa, zapatos, herramientas de cocina. Entre el gentío, miles y miles de personas se acercan diariamente a los mercados,   veréis los corderos o cabras corriendo entre las callejuelas o las gallinas y pollos que llevan algunos mercaderes para vender. Entre la multitud se cuelan los niños talibes, niños de la calle, que piden limosna, muchos de ellos abandonados por sus padres a su suerte.

 

Puesto mercado

Puesto mercado Tamba

Los fuertes olores fue lo que más me llamó la atención de los puestos de verdura que en la mayoría son  productos minimalistas, reducidos a la mínima expresión. Pequeños pimientos, los más amarillos son los que más pican, diminutos tomates, berenjenas o patatas es lo que más abunda en los mercados. Pero sin duda, la mandioca y las cebollas moradas son las reinas del mercado, los productos más comprados, ya que nunca faltan en los platos senegaleses.

A los mercados africanos hay que ir bien comido y beber mucho antes de entrar en la gran marabunta de gente para evitar así posibles mareos ante el fuerte calor del trópico africano. Los mercados huelen a África, un olor  imposible de  describir porque tenéis que ir allí para envolveros de las esencias y aromas que desprenden.

 

 

Preparando el té

Preparando el té

tamba

He recorrido palmo a palmo los mercados de los barrios más deprimidos de Dakar, como

Guediaway, Pikine, Thiaroye. O mercados más naturales enmarcados en pleno bosque de acacias como los de Tambacounda o Kedougou, al Este del país. Mercados infernales, como el de Kaolack, donde las moscas y mosquitos, junto con una grande escombrera de calles, se mezcla con los senegaleses y senegalesas que cada día acuden a comprar o simplemente a mirar.

 

Lo cierto es que durante toda la mañana y hasta las dos o tres de la tarde la vida se cuece en los mercados de Senegal.  Cuando a penas ha despertado el día ya hay montados pequeños puestos para el almuerzo que te ofrecen una gran barra de pan a la que le puedes añadir mantequilla o huevo duro con mayonesa. Para beber puedes comprar una vaso de leche con café Touba, una modalidad de café que a mi me encanta y que lleva el nombre de la ciudad senegalesa de donde procede. Otra opción es tomar un té bien cargado para coger energía y afrontar el fuerte calor de la jornada.

 

Preparando el desayuno la Fondé

Preparando el desayuno la Fondé

Haciendo la comida

Haciendo la comida.Kaolack

 

Como siempre, me alojo con familias africanas, me gusta acompañar a las mujeres al mercado y ayudarlas a cargar la compra junto con la bolsa diaria de carbón para hacer la comida en las grandes cazuelas de hierro. Tener cocina en las casas senegalesas es privilegio de pocos, la mayorías de africanas cocinan en el suelo con grandes cazuelas de hierro que las hacen funcionar a base de carbón o leña. Os tengo que confesar que meterme en la cocina con las africanas me desesperaba. Mientras aquí, en occidente, preparamos la comida en menos de 15 minutos, ellas necesitan toda la mañana para elaborar el sabroso Thiabouyen, el Thyasa, el Maphe u otros platos, a base de arroz, pescado y mucho mucho picante. Pero también es verdad que siempre cocinan en grupo de dos o tres mujeres y entre fogones, hablan de sus cosas y se lo pasan bien.

Casa de Kaolack

Casa de kaolack

comida senegal

 

Mientras tanto, los niños corretean por la casa o el patio y si pueden pellizcan un trozo de pan con mantequilla con el que pasan toda la mañana hasta la hora de comer. Tienen poco dinero, su economía es de subsistencia, nunca saben qué les espera mañana, pero yo he convivido con ellos y os digo que, como nadie en el mundo, los senegaleses me han transmitido tranquilidad, esperanza, optimismo y mucha mucha amistad…….

Mis amigos grupo mandinga

Mis amigos.Grupo música Mandinga

Mis pequeños amigos

Mis pequeños amigos

Descubrir el encanto de un poblado senegalés haciendo turismo solidario

Niñas de Tambacounda

Niñas de Tambacounda

Recogiendo el agua para la casa

Recogiendo el agua para la casa

Os propongo descubrir nuevas experiencias, despertar vuestro espíritu aventurero, conocer lugares verdaderamente sorprendentes y practicar al mismo tiempo la solidaridad. Conozco muchos lugares de África,  sobretodo en Senegal, donde podréis descubrir la belleza de los recursos naturales del Atlántico senegalés, con sus playas tropicales de cocoteros y arena fina. Os lanzo esta propuesta para combinar el hedonismo personal de encontrar la felicidad viajando  con practicar la solidaridad y satisfacer vuestras inquietudes participando de actividades con niños y jóvenes africanos.

Actividades artísticas con jóvenes

Actividades artísticas con jóvenes

 

Os puedo decir que yo llevo haciendo  turismo alternativo o solidario desde hace más de 10 años. He viajado a Costa de Marfil, Burkina Faso, Marruecos, Túnez o Senegal contactando directamente con asociaciones locales de los países africanos o con diversas ONGDS españolas que trabajan en las regionesen . Mantengo contactos con organizaciones no Gubernamentales, como Sawa o Pagnya o Nativos de Niodior.

Los viajes me han cambiado por completo mi visión de la vida, me han abierto nuevos horizontes y despertado todos los sentidos por descubrir los infinitos encantos de África:  he descubierto la hospitalidad de los pueblos africanos, su positivismo, su no pensar en el futuro como hacemos de manera excesiva los occidentales. Etnias senegalesas, como la cerer o wolof, me han abierto sus casas, me han preparado el tradicional arroz,  Thiabouyen o Yhasa, me han mostrado sus danzas y su música y sobretodo me han abrazado con su amistad, amabilidad y generosidad.

Mmirada niña

 

 

Mi amigos africanos me han llevado a recorrer prácticamente todo Senegal. He viajado a poblados encantadores, con sus inmensos bosques de acacias tropicales, cocoteros y los sagrados baobabs. Os hablaré de Medina Sangako, un poblado en las orillas del Delta de Saloum, declarado Reserva Mundial de la Biosfera por la Unesco. Allí tengo dos de mis mejores amigas. Dos hermanas, Fatou y Fanta, de 21 y 19 años respectivamente. Hasta hace poco iban al instituto. Quatro kilómetros andando hasta llegar a Tubacouta que es donde se encuentra el instituto más cercano del poblado. Una de ellas tuvo un niño el año pasado y las dos han dejado la enseñanza secundaria para sacar adelante las tareas de la casa y mantener al bebé.

Mi amiga Fanta

Mi amiga Fanta

 

Así es la vida de muchos jóvenes africanos que, aunque sueñan con un mundo mejor, con optimismo y una sonrisa en la boca se levantan cada día para trabajar en el campo, vender en el mercado o realizar las tareas de la casa.

Convivir con ellos, conocer sus costumbres, sus rituales y descubrir el entorno natural, de playas, selva y bosque que  envuelve esta tierra de fuego es una experiencia que os recomiendo. A mi me han ayudado a  encontrar otros sentidos a la vida, más allá del trabajo cotidiano o de la rutina del día a día en nuestro país.

Nunca podré olvidar los atardeceres en la playa de Medina Sangako,  los paseos con mis amigas africanas por el bosque de baobabs, las visitas a las salinas naturales cerca del atlántico o las tardes en el exterior de las chozas tomando el té y respirando un poco de aire fresco después del abrasador calor de la jornada.

Playa Medina

Playa Medina

 

 

Medina Sangako

Medina Sangako

Apostar por estos viajes me ha dado libertad, autonomía y aprender a valorar los pequeños placeres de la vida, sin pensar en grandes metas, muchas veces inalcanzables. Son viajes que tenéis a la mano. Sólo hay que sacar un billete de avión a Senegal con alguno de los portales de low cost, como Edreams o Rumbo. Allí ya os estarán esperando mis contactos en Senegal y os planificarán vuestro viaje a medida de vuestros gustos e inquietudes. Os ofreceremos la posibilidad de alojaros con familias africanas con comida incluida a muy buen precio y tendréis al alcance muchas actividades y excursiones para realizar.

Senegal es el país de  «la Terangue, o sea, el país que acoge a todo el mundo con hospitalidad y generosidad.  Si bien es cierto que encontraréis muchos senegaleses pidiendo de todo, nunca os harán daño. Aunque mejor que ir con gente de confianza para que no os saquen más francos cefas de la cuenta.

Mujeres trabajando el cacauete

Mujeres trabajando el cacauete

Además es uno de los destinos africanos más cercanos a nuestro país, más económico y más seguro. Senegal es un país pacífico, no hay conflictos y la delincuencia es muy escasa. Eso sí desde el año pasado es obligatorio el visado, que cuesta 60 euros. Y el billete a Dakar unos 500 euros, si se compra con antelación.

 

Bueno yo volveré a África, por supuesto. De hecho, nunca he dejado de ir desde que en el año 2007 hice mi primer viaje a Costa de Marfil. La huella que deje fue un reportaje sobre el trabajo de cooperación de diversas ONGS en los suburbios de la capital, Abidjan.